Sierra, selva y tradiciones
Situada en el Valle del Mantaro, la capital del departamento de Junín es una ciudad moderna pero que mantiene el encanto de los pueblos de los Andes peruanos. Es conocida como “La Incontrastable” en razón del carácter aguerrido de sus antepasados, los Huancas, a quienes los Incas conquistaron tras prolongados enfrentamientos.
El arte popular y la belleza escénica constituyen los mayores atractivos de Junín. Sus artesanos impresionan con sus creaciones, mientras que su entorno natural asombra por su diversidad, ya que su geografía abarca tanto zonas de sierra como de selva. Las festividades conservan los ritos, vestimentas, música y danzas tradicionales y la cocina sobresale por el uso de ingredientes provenientes de sus fértiles valles.
Ubicación: Sierra y selva central.
Extensión: 44,410 km².
Clima: Frío y lluvioso
- Temperatura máxima 21 ° C 70 ° F
- Temperatura mínima 2 C 36 ° F
Para las personas interesadas en antiguas civilizaciones, coleccionistas de arte y artesanía, observadores de flora y fauna, amantes de la naturaleza y el folclore típico del Perú.
Naturaleza.- Destacan la Reserva Nacional de Junín, que protege el segundo lago más grande del país, así como los paisajes del valle del Mantaro y las zonas de selva alta (Chanchamayo) y selva baja (Satipo).
Artesanías.- El talento de los artistas de Junín se manifiesta en sus trabajos en mates de burilados, tejidos de lana de alpaca y oveja teñidos con tintes naturales, bordados, tapicería, máscaras, cerámica y filigrana de oro y plata.
Gastronomía.- Los platos de Junín destacan por su sazón y variedad. Entre los emblemáticos figuran la pachamanca, que se prepara con técnicas preincas, el patachi y el chicharrón colorado. También se consume pescado de río.