Paraíso de la biodiversidad
Madre de Dios alberga bosques infinitos, ríos sinuosos y abundante vida natural. Es reserva de flora y fauna, así como, refugio de especies en peligro de extinción como el lobo de crin y el ciervo de los pantanos.
Esta región es hogar de comunidades nativas que promueven el ecoturismo en una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo como el lago Sandoval, lago Valencia, el Parque Nacional del Manu, la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja-Sonene, único ecosistema de sabana húmeda tropical existente en el Perú.
Esta experiencia sólo se puede realizar con guías y agencias especializadas.
Ubicación: Se encuentra al sureste del Perú, en la frontera con Bolivia y Brasil. Está formada principalmente por llanuras aluviales de tres y hasta cuatro niveles de terrazas que se emplazan sobre la selva amazónica.
Extensión: 85,183 km².
Clima: Cálido y lluvioso durante todo el año, excepto en los meses de junio y julio.
- Temperatura máxima 33 ° C 91 ° F
- Temperatura mínima 17 ° C 63 ° F
Para aficionados a las caminatas, observadores de aves y fauna, turismo con fines científicos, amantes de la naturaleza y la visita a las comunidades.
Folclore.- Los bailes tradicionales de Madre de Dios representan escenas de la vida animal, mitos, leyendas y misterios de la selva; los más populares son el changanakuy, el otorongo y el suri.
Artesanía.- La artesanía de la zona se trabaja con plantas, fibras, semillas y raices selváticas. Pueden encontrarse piezas elaboradas desde tiempos ancestrales como arcos y flechas de pona adornados con plumas, vestimentas típicas hechas con corteza de árboles con detalles de semillas y plumas.
Gastronomía.- Entre los platos típicos destacan:
Tacacho con cecina, asado de picuro, caldo de carachama, arroz amazónico, timbuche, juane, inchicapi.